martes, 26 de marzo de 2019

El estudio se planteó tras la crisis de refugiados y tiene como objetivo evaluar hasta que punto los sistemas nacionales de educación tienen capacidad para responder a las necesidades de los demandantes de asilo y los refugiados en la educación superior.
El informe se divide en dos partes fundamentales. La primera presenta una selección de indicadores de los flujos migratorios que contextualizan el estudio. La segunda parte ofrece una visión general de políticas, estrategias y medidas que existen en los países europeos sobre la integración de los demandantes de asilo y los refugiados en la educación superior.
Se observa que aunque en la mayoría de los países no hay una política específica, se encuentran buenas prácticas en algunos sistemas principalmente en asuntos como el reconocimiento de cualificaciones no documentadas, apoyo en el aprendizaje de idiomas, ayudas económicas y servicios de apoyo personal.