En el último informe PISA, además de las competencias tradicionales (matemáticas, lectura y ciencias), se incluye una evaluación de la capacidad de los estudiantes para resolver problemas. Esta competencia pretende medir los procesos cognitivos esenciales que los estudiantes tienen que utilizar para resolver los problemas que pueden encontrarse en su vida cotidiana. La resolución de problemas se evalúa mediante un ordenador, que permite registrar datos sobre aspectos como el tipo, frecuencia, duración y orden de las acciones llevadas a cabo por los alumnos cuando contestan a las preguntas.
El boletín número 31 del INEE del mes de abril, analiza los resultados de esta prueba en España y da respuesta entre otras cuestiones a las siguientes: ¿existe diferencia en la capacidad para resolver problemas entre los alumnos nativos y los emigrantes? y ¿entre los alumnos repetidores y los que no los son?