lunes, 21 de septiembre de 2015

Durante 2013 en los países de la OCDE, 39 millones de personas entre 16 y 29 años de edad ni trabajaban ni estudiaban o se capacitaban, 5 millones más que antes de la crisis de 2008. Aunque para 2014 se espera una pequeña mejora, estas cifras representan un problema para las personas que lo sufren y una invesión malgastada, ya que las competencias adquiridas durante la educación no son empleadas en forma productiva y representan una carga potencial para sus países: menor recaudación fiscal, pagos más elevados de seguridad social, etc.
La publicación analiza las causas de este desperdicio del capital humano y expone qué medidas se pueden llevar a cabo para mejorar este escenario en los próximos años.

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